A la hora de guardar los audífonos tenemos que tener un cuidado especial para que éstos no se dañen y no tengan ningún problema que nos pueda costar caro, a nivel de reparaciones y a nivel de no poder utilizarlo.

La forma en que se guardan estos dispositivos es esencial para que su duración y conservación sean la mayor posible. Lo normal es que un audífono de calidad dure entre 5 y 6 años, aunque si se cuida puede alargarse su vida útil.

Guardar los audífonos en una caja es fundamental para protegerlos , y siempre en el lugar indicado. Cuando no estén colocados en la oreja se recomienda poder introducirlos en su caja original o en un estuche adaptado. Estas cajas están fabricadas con sílice que se encarga de absorber la humedad. Así es imposible que un golpe, el polvo o la humedad los estropeen.

Limpiar los audífonos antes de guardarlos ese esencial para que el estado sea el mejor cuando tengan que ser utilizados y, además, lograr una mayor durabilidad. También guardar la pila nos ayuda a que sean más duraderos. Enrollar correctamente el cable del audífono es también un buen consejo que podemos ofrecerte. Y, por supuesto, utilizar un deshumidificador.

No acerques el audífono a campos magnéticos o aparatos eléctricos porque pueden tener daños tecnológicos. La distorsión de la señal acústica es uno de ellos por lo que te recomendamos que no dejes tus audífonos en la mesilla antes de ir a dormir si tienes al lado un despertador, un teléfono o cualquier otro aparato que pueda ejercer este problema.

Los audífonos más duraderos son los BTE, más que los ITE . Esto es porque los intracanales tienen sus componentes electrócnicos incorporados en el canal auditivo, un espacio húmedo y con agrupaciones de cera.