Publicado por: guiadelaudifono
Etiquetas: Blog, Recursos Auditivos
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Los audífonos cambian la percepción del sonido y nos ayudan a percibir aquellos que no oímos , incrementando y realizando en parte una labor de amplificación regulada.
El volumen alto ya sabemos que se desaconseja, pero no se desaconseja acudir con ellos a experiencias como eventos deportivos o conciertos musicales. Es más, la recomendación es que los lleves por lo siguente que vamos a explicar.
La amplificación de sonido que se produce en el audífono se produce por el umbral de disconfort y también por la propia pérdida auditiva . La pérdida establece el volumen mínimo que necesita el paciente para comenzar a oir. También es conveniente decir en este punto que existe un volumen máximo que marca la tolerancia del propio paciente a sonidos fuertes.
Lo que queda entre el volumen mínimo y el máximo es un rango dinámico audible, que es diferente en cada paciente y la detección del mismo se realiza con una audiometría. La pérdida auditiva puede ir, y ponemos un ejemplo, entre los 60 y los 100 decibelios de media. El audífono se programa para poder emitir sonidos entre estos datos, por lo que por debajo de 60 los amplificará y cuando pase de los 100 los suavizará para que no pase el umbral de tolerancia auditiva.
Si nuestros oídos nos protegen de forma natural contra los ruidos excesivamente fuertes, ya que los huesecillos se contraen, l os audífonos también tienen una función similar porque así además ayudan con la comunicación.
De ahí que la intensidad del sonido cuando llevas audífonos se 'autoregula' permitiendo al paciente disfrutar de experiencias sonoras que sean un poco más intensas .
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