Los audífonos retroauriculares son los más conocidos del sector porque son los que tradicionalmente vienen utilizándose de forma habitual desde hace muchos años, aunque en esta última década haya cambiado esta tendencia.

Son los de tamaño más grade pero también el más potente. Lo normal es que estos audífonos los utilicen personas con pérdida auditiva severa o profunda, aunque también es especialmente indicado para personas que tengan problemas a la hora de manipular audífonos de tamaño más pequeño. Aunque los avances en los últimos tiempos han permitido reducir su tamaño y ampliar el espectro a pérdidas más moderadas, siguen teniendo el objetivo de las personas con problemas de vista y a las que les cueste manipular dispositivos pequeños.

El funcionamiento es muy sencillo, casi todos funcionan de la misma manera. Transmiten la info del sonido por un tubito que está conectado a un molde a medida. En los últimos años este tubito se ha reducido de tamaño en algunas marcas imitando el modelo RIC, con una estética más discreta por tener un molde más pequeño y que se coloca directamente en la oreja. Recordemos: pensados para pérdidas moderadas.

El procedimiento de ajustar el volumen y el cambio de pila es muy fácil. Estos audífonos retroauricuñares están especialmente indicados también para niños en adaptaciones infantiles y para personas que generen mucha cera en el oído. El mantenimiento y limpieza es muy sencillo.

¡Si quieres más información te esperamos en alguno de los centros de la Guía del Audífono!