Los niños son un colectivo que necesita de una serie de opciones preventivas a la hora de escoger el audífono que necesitan en el caso de tener una pérdida auditiva que necesite ser corregida .

Hay un modelo de audífono que se considera el más idóneo para este colectivo por varias razones que vamos a tratar de exponer aquí de forma simple y sencilla.

Los audífonos retroauriculares son los que más se aconsejan para los más pequeños , por debajo de 10 años. Una de las razones, quizá la más importante, es una razón puramente protésica.

En la época de crecimiento infantil el oído modifica la forma y el audífono retroauricular permite ajustar los moldes sin necesidad de tocar el audífono . Es por esta razón por la que se desaconseja en niños los audífonos intrauriculares o RIC.

Otra de las razones por las que se recomienda el audífono retroauricular es porque son más fáciles de manipular que otros modelos de audífonos y, tratándose de niños, es lo mejor.

Si además el niño es propenso a generar cera en el oído, este modelo permite limpiarlos y realizar un mantenimiento de forma muy sencilla.

El retroauricular es un audífono también potente y, aunque inicialmente se utilizaba para paliar las pérdidas de audición de severas a profundas, actualmente con los avances dentro del sector se fabrican para que abarque pérdidas más moderadas. El tamaño cada vez es menor, lo que permite también que los niños se hagan con un dispositivo a su medida.

El manejo para ellos es muy sencillo puesto que pueden ajustar el volumen con un sencillo saliente. La pila, aunque no la cambien ellos, cuanto más mayores sean descubrirán que también es muy sencillo.

A nivel económico también tiene sus ventajas, especialmente para los padres que son los que asumen el coste. Son los audífonos más económicos.